MI HIJO SAMUEL 

Desde que mi hijo Samuel entró a estudiar en el jardín infantil, ha venido presentando dificultad para hacer las actividades que allá se le proponen; nada más el año pasado comenzó a progresar un poco ya que finalmente lograba estar sentado más tiempo como para poder realizar las actividades. La maestra siempre nos decía que debíamos llevar a revisar a Samuel al psicólogo ya que notaba diversas actitudes diferentes en él con respecto a  los otros niños: sabe  leer y escribir desde que tenía tres años y medio, sabe sumar, sabe contar hasta más del millón, aprende muy fácil lo que le gusta, ya sabe de muchos temas que están viendo en el preescolar.  

La semana pasada comencé a llevar a Samuel al psicólogo ya que la profesora de preescolar del nuevo colegio en pidió que lo lleváramos a analizar ya que no quiere hacer ninguna de las actividades propuestas, siempre se le pierden las cosas, y también notó algo diferente en él. En sólo dos citas que ha tenido con el psicólogo, efectivamente él médico nota algo especial en él. Comentó que Samuel es muy inteligente para la edad que tiene por sus conocimientos con los números, palabras, forma de expresarse; también notó una capacidad para percibir sonidos que para las personas comunes son casi imperceptibles, y que los sonidos fuertes le molestan. Por estas y muchas más características nos cuenta que es posible que mi hijo tenga asperger y que va a necesitar una educación personalizada; a pesar de que apenas llevamos dos citas, el médico se ha atrevido a decir que necesita éste tipo de educación ya que es posible que para él, en su experiencia,  sea muy evidente lo que Samuel tiene.  

Como futura docente me parece muy complejo la labor docente con niños con estas características o similares, ya que muchos no están capacitados para trabajar con ellos. Si el psicólogo dice que Samuel necesita educación personalizada, para la profesora es muy difícil dejar a un lado a los otros 20 niños de la clase para poder estar con Samuel. La profesora también me había dicho que si eso se necesita, entonces para que yo acompañe a Samuel dentro del aula de clase, sin embargo creo que eso puede llegar a ser problemático ya que los demás niños también van a querer estar con sus mamás acompañándolos, además no sé eso que tan formativo sea para la independencia de él. Como madre no me preocupa que él sea especial en algún sentido, sino que tenga problemas en el colegio a causa de esto ya que la profesora dice que no puede pasarlo a primero si él no realiza ninguna actividad, aún si ella sabe que él si sabe de los temas tratados. Pienso que los maestros deberíamos de recibir algún tipo de educación especial para saber como actuar en este tipo de casos, para poder incluir a invidentes, niños con síndrome de Down o alguna situación especial; y es que sabemos que no todos los padres tienen la capacidad económica de pagar clases personalizadas; además los maestros estamos en la tarea de ser inclusivos con todos nuestros estudiantes.

Comentarios

  1. Buenos días, Diana.

    Me gusta tu forma de escribir, pareciera que estuviera escuchando tu voz mientras leo. Eres muy clara y ordenada, el texto está muy bien escrito. El tema sobre el que escribiste es bastante complejo, muchos pensamos lo mismo, la diferencia es que tu lo viviste en carne propia. Yo creo que a los profesores sólo de les encargamos ser portadores de un saber específico, no veo que en nuestra formación nos den mucho énfasis en cuanto a interesarnos por el estudiante cómo ser portador de valores, que tiene problemas y qu es distinto a los demás quienes lo rodean.

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